domingo, 24 de agosto de 2008

Katharine Hepburn at Dick Cavett's III




Mann says:
....Not simply a liberated woman who'd lived by her on rules, Hepburn was a figure quite apart of the norm. "I am a missing link", she admited to Cavett. " I don't belong anywhere". Considered from this vantage point, her relationships with women might also be better understood.

But she said:

No, no - yeah, I think so, I mean you're one of a group - you're one of a group, so that you don't go away from that. You know, you remain the sister - in my instance, I remain the older sister, I remain "Aunt Kat" to practically all of them. 'Cause I was sort of a loner, so I was "Aunt Kat". Even to my sisters - not to my brothers but to my sisters, who are like my daughers, I'm a missing...link. I am, I don't belong anywhere, I'm like my father and mother's - I don't know what, the extra...one, you know. But I wasn't a child, I was...it was a funny arrangement

Katharine Hepburn at Dick Cavett's II




Mann says:
So she them a legend instead. To Dick Cavett she admited she tended "to embroider" the accounts she tolds of her life...

But She had told:
Well, when - see, I don' stick to the subject, you see, I embroider it - when I went out to California, I was on a train and it took three or four days to get there, in those days, and I went out on the back of the platform to look at the moon, and I got a steel filling in one eye, which inmediately became bright red, and had a piece of filling embedded in the white of the eye.....

jueves, 21 de agosto de 2008

Katharine Hepburn at Dick Cavett's




Mann says:
And so, once again, Kate Hepburn - struggling against her atoms - deferred to her ideal of a real man. "You see," she told Dick Cavett in 1973, " a woman can give a man enormous confidence." No comment on what a man might give a woman.

But what she said was:
You see, a woman can give a man enormous confidence. And we all lack it. Or a man can give a woman enormous confidence, and stay at home and do the cooking. Somebody's gotta give somebody some confidence somewhere. There is not just one way to kill a cat. There are many ways that are open, but you can't have it all. You cannot have it all. And this notion that you can have it all, you can't have it all.

jueves, 15 de mayo de 2008

Otra biografía de pacotilla: Clark Gable

Clark Gable as Rhett Butler in Gone with the Wind. Photo: Howard Frank ArchivesImage via WikipediaAl igual que en el caso de Katharine Hepburn, tenemos que ser ahora partícipes de otra biografía, la de Clark Gable, en el mismo tono "matar a un ruiseñor". Pues ahora resulta que el muy machote Gable, hacía este papel principalmente para ocultarnos el hecho de su bisexualidad, homosexualidad o lo que sea que fuera. Esta vez el iluminado se llama David Bret, y el panfleto "Clarke Gable: tormented star' ('Clarke Gable: estrella atormentada'), que se ha publicado en el Reino Unido y califica a la estrella de 'bisexual reprimido'. Según este señor Gable "mantuvo relaciones sexuales con hombres para ascender en Hollywood. Era parte de la rutina para darse a conocer en Hollywood", explicó a EFE el biógrafo, al precisar que "eso aún sucede hoy". Así que como siempre, olvidemos "Lo que el viento se llevó" o "Sucedió una noche" y centrémonos en las costumbres sexuales de Gable.

martes, 13 de mayo de 2008

Naturaleza pura y dura

De regalito, un vídeo rodado por un videoaficionado en un safari en África, que representa tal maravilla que los del National Geographic se lo van a editar en un documental.


No tiene desperdicio, y a pesar de no ser un fanático de los documentales de la 2, no puedes perderte ni un minuto de lo que pasa aquí.
Para más información: http://www.battleatkruger.com/

Cómo no ser un personaje público

Y ya tenemos aquí otra de las plagas de este siglo XXI, la de confundir términos y confundir al respetable utilizando aquellos por los cuales, los mismos usuarios, no sienten el más mínimo respeto. Dan ganas de vomitar, oyendo a toda la prensa del corazón hablando de CENSURA, cuando se trata de la vida privada de alguien que no ha elegido ser un personaje público, sino que le ha venido impuesto por ser hermana de quien es. Tiene narices que ahora Telma Ortiz tenga que ser la guardiana de los actos de su hermana, es más la víctima. Y todos estos chupasangres, desinformados, de la mal llamada prensa rosa, con el señor Peñafiel a la cabeza, invocando valores que desconocen y que continuamente se están saltando a la torera. Y la diferencia entre actos públicos y privados no es tan difícil de dirimir, y desde luego no es el tema aquí. El tema es que hay una serie de gente, que pretende convertir todos sus actos privados en públicos, y por supuesto otra que está interesada en los mismos. Pero hay otra que, seguramente muy a su pesar tiene que comparecer en actos públicos pero se reserva los privados, que constituyen más del 90% de su vida.
Yo no leo revistas del corazón, tengo la tele programada para ciertas ocasiones , la mayoría de las cuales son vídeos o DVDs, y contadas series, que son ficción (ni siquiera veo los documentales de la 2), leo un sólo periódico (en teoría serio) y hojeo otro (también en teoría serio), y aún así conozco las andanzas de Sarkozy, se quien es Belén Esteban (lo cual debemos a agradecer a esa profesional del periodismo de investigación cazallero llamada AR Quintana) y María José Campanario, y supongo que algunos más, que ni me importan ni considero que tengan una vida más interesante que la mía. Entonces ¿Por qué no dejar que alguien quiera ahorrarnos toda esta casquería inútil? Yo creo que es muy de agradecer. Espero que esta señora gane la demanda, y esto suponga un correctivo y un antecedente para todos estos programas y medios que nos achican el cerebro aún más de lo que ya está.



jueves, 4 de octubre de 2007

¿Quién decide lo que leemos?


El código Da Vinci no tendría ninguna importancia, y de hecho no la tiene, es decir me da igual lo que cuenta y como lo cuenta, hay muchísimos libros malos y nunca le digo a nadie que lo que está leyendo es malo, según mi humilde criterio, muchas veces equivocado por supuesto, o según los cánones. De hecho también a mi me gustan libros considerados malos, y me da igual lo que digan los eruditos, y eso no los convierte en buenas lecturas, ni a mi en una persona culta. Efectivamente los best sellers no son malas lecturas, cada uno tiene sus razones para leer, pero mi odio por este libro surge de otras muchas malas experiencias con defensores a ultranza del citado volumen.
La primera señal que tuve del libro de Dan Brown, me llegó de parte del marido de una compañera de trabajo, y la segunda de una amiga. No conozco los hábitos lectores del primero, pero me consta que es una persona informada e inteligente. En cuanto a la segunda, mi amiga, es una lectora casual de ficción, a veces me pide consejo, no por mi erudición, ya lo he dicho, pero la lectura es mi único deporte, entretenimiento, consuelo muchas veces y, lo mejor, debo estar, al menos, informado por lo que respecta a mi trabajo, y soy testigo de que es una persona sobresaliente, no superdotada, pero sí brillante. En ambos casos la descripción del libro es que era “muy entretenido” y “entretenido” respectivamente.
La verdad que no me interesó mucho el tema, y lo dejé pasar, ya que mi mesilla de noche parecía la mesa de novedades del Corte Inglés. Pero entonces empezó la fiebre. Miles de personas contándome lo emocionante y buena que era la novela, discutiendo si los hechos eran ciertos o no, hasta un elemento que me confesó que “este libro me ha cambiado la vida”, lo que no me pareció cierto en ninguna medida, por lo menos en lo que yo conocía su vida hasta entonces y después de leer el tocho. Yo seguía mis visitas a las librerías lo tomaba en mis manos y seguía sin apetecerme, pero mientras tanto una avalancha de información llegaba a mis oídos, y conseguí hacerme una idea de la trama, que por supuesto no era en absoluto provocativo, estimulante, desafiante ni perturbador.
El colmo de tanto despropósito se desplegó ante mi durante la que debería haber sido una amable sobremesa, donde dos energúmenas se me echaron encima por decir que toda novela era una ficción por mucho que estuviera basada en hechos reales. No tenía mucho más que decir, pues no había leído el libro, y la película estaba en capilla. Como era una comida de trabajo, las odio, la mayoría de las personas que estábamos no nos conocíamos muy profundamente, así que la impresión que saqué por sus palabras, fue que fui calificado como muy religioso, quizás opusiano, y vamos a dejarlo aquí.
Como soy un paranoico, no hay más que ver este blog que afortunadamente no parece tener inspecciones, empecé mis pesquisas. (tengo que dejar esto, porque sino voy a tener que buscarme un psiquiatra y no me lo puedo permitir).
· En primer lugar me entero de que la famosa Janet Maslin, crítica del New York Times lo califica de “best-seller culto”. De hecho en una entrevista posterior que leí por casualidad en un dominical, el autor contaba como después de la reseña hecha por la susodicha, sus amigos lo llamaban por teléfono para preguntarle si Maslin era su tía o algo así.
· El propio autor comienza el libro con una declaración en la que revela sus supuestas fuentes, y que los hechos narrados son reales. Comparar esto con obras de otros autores como Robert Graves, Mary Renault o Gore Vidal, que escribieron mucho mejor que Brown, y que también nos acercaban a sus fuentes pero con la salvedad de añadir que a partir de ellas, habían construido sus propias ficciones, me pareció un buen truco.
Al principio pensé que ese aviso también formaba parte de la trama, pero no, Brown lo decía en serio. Pero resulta que eso también era falso. El autor presenta como verdadero un fraude que se dio en los años 50 del siglo pasado, cuando Pierre Plantard (1920-2000) francés monárquico, antisemita y de extrema derecha crea los Dossier secretos de Henri Lobineau, donde se habla del Priorato de Sión[1], una sociedad secreta de la que él es el Gran Maestre, y se atribuye una descendencia real merovingia adoptando el nombre de Pierre Plantard de Saint Clair. Más tarde se vinculó con el supuesto tesoro de Rennes-le-Château[2]. Esta teoría del Priorato de Sión, surge de vez en cuando algún listo quiere vivir del cuento. Pero Brown considera la filiación histórica de la Orden con Godofredo de Bouillon en el año 1099 durante la Primera Cruzada. Además la considera como una corriente “feminista”y “progresista”, y por supuesto políticamente correcta. En realidad me parece que la idea de sustituir un dios por una diosa, que aún encima trabaja para la pasma gabacha, no es nada polémica, ni renovadora, ni desafiante, ni progresista. Más bien me parece otra dudosa alternativa a toda la caterva de religiones que nos amargan la vida (no siempre, alguna vez comprendo que puedan ser reconfortantes, pero hablo en general). Y desde luego discutir si es cierto o no, o si es mejor esta que las que ya tenemos, es lo mismo que considerar una discusión entre la heredad de Felipe y Leticia o de Elena y Marichalar, o entre Sofía y un posible hermano, o si es mejor el pretendiente a la corona de Francia, el señor don hijo de Carmencita Martínez-Bordiú o un tal Enrique de Orleáns que fue desahuciado por no pagar el alquiler, ya que su papá opinaba que no debía trabajar. En fin, un fraude las dos alternativas, pero mientras las discutimos nos perdemos la única opción razonable.
Los bibliotecarios comenzaron a volverse locos, haciendo carnés de biblioteca de entre aquellos con los que nunca pensaron contar, y necesitando hasta 3 ejemplares en bibliotecas de barrio donde solo se duplican los textos recomendados en los institutos. Pero en la mayoría de los casos, estos nuevos lectores necesitaron más del mes prescrito para leerlo, lo que no parece concordar con lo entretenido que era. Y lo que es peor, más de la mitad de estos carnés han dejado de utilizarse a medida que iban publicándose el resto de los libros de Dan Brown. Destacaremos el caso de un amigo sevillano que dejó de confiar en las investigaciones de Brown después de leer “La fortaleza digital” donde se describe la Sevilla del 2000 como un escenario de 5 siglos atrás. Si tenemos en cuenta que Brown pasó allí uno de sus años académicos, no está muy claro cuáles son sus ponderados criterios al realizar sus investigaciones.
Los comentarios al respecto del libro de otros escritores de best-sellers españoles, tales como Ruiz Zafón (aunque no creo que su libro sea comparable al Código, yo creo que es mejor) o Julia Navarro, en defensa del género parece más bien una defensa propia. Al menos Vázquez-Figueroa sabe que es lo que está escribiendo y lo dice sin ningún pudor.
En fin, que el Código solo ha creado especialistas en literatura con un solo libro, y sobre todo, especialistas en los Templarios. Pues entonces, pa ná.



[1] El 20 de julio de 1956, en el Boletín Oficial de la República Francesa, número 167, página 6731, se anuncia la fundación del Priorato de Sión. Es decir, el Priorato no arranca de la época de Las Cruzadas, como se pretende decir, sino que data de la fecha comentada. En una carta datada del 6 de julio de 1989, dirigida "A todos nuestros hermanos", dice: "... el Priorato de Sión es reciente.... "sxvxcv

[2] Hacia 1895 Dom Berenguer Saunière (el mismo apellido del Conservador del Museo Louvre) habría descubierto ciertos documentos secretos en su parroquia relacionados con el cuerpo de Jesús, su relación con María Magdalena y también, cuando no, un tesoro. En los años sesenta Plantard motivaría al escritor profesional dedicado a la divulgación de "secretos", Gerard de Sède a escribir y publicar la obra titulada L´or de Rennes ou la vie insolite de Berenguer Saunière, Curé de Rennes le Château, París: Julliard, 1967